jueves, 11 de septiembre de 2008

NAUFRAGIO



OTROS ERAN LOS TIEMPOS EN CORRÍA UN VIENTO AL MAR POR ENCIMA DEL DESEO DE ENCONTRAR LA VIDA. NO SABIA CON SEGURIDAD QUE HACER DESPUÉS DE TANTO TIEMPO ESPERANDO, DESPACIO. SENTIA EL MIEDO APODERARSE DE LOS BRAZOS Y NO ERA COBARDÍA PENSAR QUE NO RESISTIRÍA MAS ALLÁ DEL TIEMPO ABSOLUTO DE UN INSTANTE. EL PRÓXIMO. EN LA BOCA TRAGABA LA VOLUNTAD DE GRITAR, LA VOZ PERDIASE EN EL PROPIO CUERPO. SI LLEGASE LA NOCHE PROFUNDA, SE ENVOLVERÍA POR DETRÁS DEL TERROR, DISCRETAMENTE HASTA ADORMECER OTRA VEZ.

EL RUIDO DE LA TEMPESTAD EN ALTA MAR SOLTABA DEMONIOS INVISIBLES QUE CONVERTÍAN LA NOCHE EN UNA OSCURIDAD SIN VUELTA. LOS OJOS ANTEVÍAN LO PEOR, EL ALMA SOBREVIVIA CON MUCHO COSTO. LA LUZ LLEGABA DE REPENTE COMO EL FIN DEL MUNDO POCO A POCO, SIN CONSECUENCIAS MAS ALLÁ DE UN CORAZÓN SUSPENSO EN LA GARGANTA POR FRACCIONES DE SEGUNDO QUE DURAN ETERNIDADES. Y OTRA VEZ EL RUIDO DE MIL MUNDOS FURIOSOS ENTRE EL CIELO Y EL MAR. NUNCA EL INFIERNO, PARECIÓ TAN VERDADERO. NUNCA HABÍA RESPIRADO TANTAS VECES SEGUIDAS COMO SI FUERA LA ULTIMA, EN UNA AGONÍA QUE SONABA AL UNISONO CON LA MADERA MOJADA DEL BARCO, QUE PERDÍA EL NORTE Y SE PERDÍA A LOS POCOS, ENGULLIDO POR EL MAR.

EL LEJOS ESTABA ALLÍ, EN LA INSEGURIDAD DE VIVIR PARA ALLÁ DEL DESESPERO DE UNA LUCHA EN VANO. MORIR CADA VEZ MAS SIN SOLUCIONES, LLEVADO POR LA DISCORDIA ENTRE EL VIENTO Y LAS OLAS DE UN MAR GIGANTE Y NEGRO. EL LEJOS ERA AHORA, TAN CERCA DE LA NADA. SE VACÍA EL ALMA EN EL CONTAJE DECRECIENTE DE LA CUENTA ATRÁS, SIN PRINCIPIO NI FIN. Y UNA ALMA VACÍA POCO PUEDE LUCHAR. EN SEGUNDOS SE PERDÍA LA VIDA Y CON ELLA EL MIEDO QUE ASEGURA LA SUPERVIVENCIA A LA ORILLA DEL ABISMO.SE VUELVE MUY DIFÍCIL DE CREER QUE LA NOCHE TENGA UN FIN Y QUE EL DÍA ROMPA EN CADA MAÑANA, INDIFERENTE A LA OSCURIDAD DE LA NOCHE QUE LA PRECEDE.

LOS OJOS SE HABITUABAN AHORA AL NEGRO ENTRE EL CIELO Y LA TIERRA Y SOBRABAN EN EL ALAMA PENSAMIENTOS INCOHERENTES COLGADOS EN UNA INTERMITENCIA MELÓDICA DE MEMORIAS. PASADO, PRESENTE Y FUTURO FUNDIDOS EN UNO SOLO, EN UN COMPÁS RÁPIDO Y DISONANTE COMO LA DERIVA DEL NAVÍO MALTRATADO Y CONDENADO IRREMEDIABLEMENTE AL FONDO DEL MAR. FALTABAN LAS FUERZAS Y EL AIRE PARA RESPIRAR BAJO EL AGUA. EL DESESPERO QUE, HACE POCO, ESTABA LLENO DE VIDA, SUCUMBIÓ BAJO UN RUIDO ENSORDECEDOR Y DESPUÉS DE ESO, LA SENSACION DEL VÉRTIGO SIN FINAL EN UNA CALMA DE MUERTE. EL VIAJE SE AHOGABA EN UN TORBELLINO DE DESPOJOS DE VIDA Y MADERA, ENROLLADOS EN AGUA AL ENCUENTRO LOS UNOS DE LOS OTROS. SENTÍ EL CUERPO ABANDONARME CUANDO CERRÉ LOS OJOS. NO VOLVÍ A ABRIRLOS,

NO TENGO IDEA DONDE ESTOY. NO SIENTO NI FRÍO NI CALOR. SIENTO UN MOVIMIENTO DESCENDIENTE Y UNA VAGA IMPRESIÓN DE CONSISTENCIA. QUE NAVEGA POR MI EN UNA CALMA INVOLUNTARIA Y IRRESISTIBLE. NO ME ACUERDO DE NADA Y ME DEJO LLEVAR EN LA OSCURIDAD DEL VELO NEGRO Y OPACO QUE ME ENVUELVE LOS SENTIDOS. NO PARO DE CAER Y EXTRAÑO. TENGO LA SEGURIDAD ABSOLUTA QUE DEJE DE EXISTIR, PERO CONTINUO YENDO AL FONDO EN LA IMPERPETUA INCERTEZA DE ENCONTRAR EL SUELO.

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